sábado, 13 de septiembre de 2008

Skandha

Los cinco agregados. Son los procesos en que se clasifica toda la experiencia individual de cada persona. El individuo es visto como un complejo cuerpo-mente, el cual existe por un flujo de procesos interdependientes o dharmas (que no se refiere al dharma hinduista, el cual es el deber o religión esencial de una persona).

Generalmente se llega a un corolario metafísico: lo que en Occidente se conoce como persona, está hecha de estos cinco agregados.

En la tradición budista theravada, el sufrimiento aparece cuando la persona se identifica o apega a un agregado; por lo tanto, el sufrimiento se extinguiría al deshacer los apegos a los agregados. La tradición budista majaiana agrega que la libertad espiritual se alcanza al penetrar profundamente en la naturaleza vacía de todos los agregados. Fuera de los conceptos didácticos budistas, skandha significa ‘fardo, montón, masa, tronco de árbol’.




Los cinco agregados son:

  • Forma y cuerpo (rūpa): incluye no solo el cuerpo en sí, sino además la propia imagen que la persona se hace de éste.
  • Sentimientos y sensaciones (vedanā): son los datos (o información pura) que se reciben a través de los cinco sentidos y también a través de la mente. Pueden ser agradables, dolorosos o neutros.
  • Percepción y memoria (en sánscrito sangñā, en pāḷi saññā): es el registro que se hace de esos estímulos sensoriales puros que la persona convierte en objetos reconocibles y distinguibles. Los pensamientos e ideas también se consideran objetos.
  • Estados mentales (en sánscrito samskāra, en pāḷi sankhāra): ‘confección, creación, formación, hacer’. Son los ‘impulsos de la voluntad’. Es la construcción de la representación o de la experiencia subjetiva del objeto percibido.
  • Conciencia (en sánscrito vigñāna, en pāḷi viññāna). Es un acto de atención o respuesta de la mente en el que el conocimiento del objeto se hace consciente en nosotros. La conciencia desaparece y resurge cambiada de un instante a otro y actúa de manera discriminatoria y parcial ya que existe un aferramiento a lo percibido como deseable, un rechazo contra lo no-deseable e indiferencia a lo neutro. Este constante movimiento genera insatisfacción o sufrimiento al no poder controlar como esos objetos percibidos aparecerán.

Todos los cinco agregados son impermanentes e inestables. Por eso en ninguno de ellos se podrá encontrar la esencia del ser o del yo. El entrenamiento budista busca conseguir que el practicante llegue a darse cuenta de manera constante cómo opera este proceso. Esto constituye un cultivo (bhavana) de la mente del seguidor. La importancia que el budismo da a poder realizar la insustancialidad radica en la consideración que hace de que la satisfacción permanente es sólo alcanzable sin una constante aparición de expectativas o temores para o de este yo diferenciado del mundo.

 

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